Calendario Solidario

Acaba el 2007 y de nuevo otro año. Desde aquí quiero pedir un deseo para este próximo año: que no se vuelvan a dar mas casos de maltrato, abandono o crueldad con los animales. El año pasado, en el mes de diciembre, salía yo, este año son todo compañeros míos que han pasado por el Centro de Adopción de ANAA y que reflejan, en demasiados casos, la maldad del hombre.

Historias reales con protagonistas reales
ANAA no habla de cuentos sino de realidades. De hecho, el calendario recoge 12 historias reales de perros y gatos con el antes (el estado al que llegaron al centro de acogida) y el después (su estado actual gracias a los cuidados llevados a cabo por los voluntarios y trabajadores de ANAA). Los 12 protagonistas han sido ya adoptados por ciudadanos de distintos países.

Enero arranca con Victoria, una perra abandonada en una finca y que fue encontrada en lamentables condiciones, sin pelo y desnutrida. Valor es febrero, un gato que nació débil, que no podía tenerse en pie ni caminar y por lo que fue abandonado en un cubo de basura. Drillo, marzo, fue un galgo maltratado desde que nació, al que intentaron ahorcar como a muchos otros galgos, pero que consiguió escaparse. Ahora es un perro muy feliz. Abril es para Elmes, un perro que se buscaba la vida entre los cubos de basura y que huía constantemente de la gente que le tiraba piedras, le pegaba patadas o le intentaba quemar. Uno de los peores casos que entró en el Centro de Adopción fue Arcoiris, el mes de mayo. Esta perrilla fue desollada viva y su recuperación ha sido muy larga y difícil. Pero se consiguió. Junio es para Yikiyaya, un gato que apareció con una pata rota en un parking y julio para Celina, una hembra que se utilizaba sólo para parir y obtener perros de caza y que cuando se perdió fue atacada por otros perros. Rulo, agosto, también era un galgo que resultó inútil para la caza por lo que sus dueños decidieron encerrar en una jaula durante años. Tono nació en la calle junto a sus hermanos, todos ellos cuidados por su madre. Fueron adoptados. Para ellos es el mes de septiembre. En octubre aparecen las fotos de Felipe que también estuvo condenado a vivir durante muchos años en una jaula sin más destino que envejecer allí. Pavón es un gato que estuvo en la calle durante mucho tiempo sin que nadie le prestara atención, estaba enfermo y apenas tenía fuerzas para moverse y encontrar alimentos. Es noviembre. En diciembre aparecen las fotos de Lukki, un perro al que al nacer le cortaron las orejas y el rabo a tijera, sin higiene, sin medidas… Además, un cepo le atrapó y, tras deambular sin rumbo hasta ser encontrado, hubo que amputarle su pata izquierda.